jueves, 19 de noviembre de 2009

SANTIAGO BOTERO CICLISTA ANTIOQUEÑO


DATOS PERSONALES
Nombre y Apellidos: Santiago Botero Echeverry
Fecha de Nacimiento: 21 de Octubre de 1972
Ciudad: Medellín
Edad: 29 años.
Estatura: 1.75 metros
Peso: 69 kilos
Estudios: Administrador de Empresas de Eafit y diplomado en gerencia de servicios en la Universidad de Medellín.
profesional del Ciclismo: Desde 1996
Temporada 2000: Rey de la montaña del Tour de Francia, séptimo en la clasificación general y ganador de una etapa.
Temporada 1999: Cuarto en la Semana Catalana, Segundo en la Vuelta de Andalucía, Quinto en la Vuelta a Valencia, tercero en la Paris-Niza.
Temporada 1998:
Ganador de la segunda etapa del Gran Premio
Mitsubischi, tercero en la Vuelta a Normadía.
Temporada 1997: Ganador de la etapa a cronómetro de la Vuelta a
Cundinamarca, ganador de la etapa a cronómetro en la Vuelta a Chile.
Temporada 1996: Primer año como profesional con el equipo Kelme. Cuarto en la vuelta a Chile.
Temporada 1995: Campeón de la persecución individual representando a Antioquia en los campeonatos nacionales de Pereira, con nueva marca nacional de 4.36.24, superando en más de un segundo la marca vigente de Víctor Herrera. Campeón nacional contrareloj en Boyacá y medalla de plata en la persecución de la sexta parada mundial de pista, celebrada en Quito.

Fue eliminado por Arturas Kasputis en las pruebas de clasificación de los mundiales de ciclismo celebrados en Bogotá ese año.
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Santiago Botero, según Pino

Su anterior director en el Kelme dice que su actuación no es ninguna sorpresa

JON RIVAS. Enviado especial
Courchevel (Francia)
Según Pino, Botero no es ciclista colombiano al uso. Según Pino, Botero puede ser un gran corredor. Según Pino, lo que está haciendo en el Tour no por sorprendente es inesperado.

Sabe mucho Alvaro Pino de Santiago Botero. Desde hace tiempo que lo sabe además. Ya hace años que le empezaron a hablar de un chaval que era un fenómeno corriendo en bicicleta de montaña, y que además jugaba a todos los palos de la baraja. Era también un virtuoso de la pista.

Los periódicos franceses se asombran con las hazañas del colombiano, el heredero de la tradición de Lucho Herrera, Fabio Parra, Oliverio Rincón, Cacaíto Rodríguez y Chepe González, los escarabajos que durante algunos años tuvieron despierta a media Colombia mientras los apocalípticos narradores de Caracol o RCN cantaban sus victorias en el Tour.

No hay ningún periodista de aquel país en el Tour 2000. Este año no han venido. La situación política y social y la depresión deportiva hacen daño. Hace unos años eran legión y se pasaban seis meses en Europa.

Y en esto surge Botero. «Se nota que ha pasado por la Universidad. Es muy educado, como los demás ciclistas colombianos, pero hay detalles en los que te das cuenta de que es una persona instruida». Se le nota hasta en la forma de hablar. Sus respuestas siempre son inteligentes. «Llevo más de ocho meses preparando el Tour con humildad. Ocho años trabajando para esto. Yo soy un corredor muy humilde y las victorias me alegran por mí y por el grupo humano que hay en el equipo», dijo cuando se bajó de la bicicleta en Briançon. También se acordó de su país, «que está pasando momentos difíciles y la gente necesita alguien que le derezca cosas positivas. Me alegra alegrar a Colombia. Que lo disfruten como yo he disfrutado».

Estudió Ciencias Empresariales y acabó la carrera cuando ya era profesional del Kelme. «Hace dos años me pidió permiso para irse a Colombia. Se examinó de las asignaturas que le quedaban y se licenció», recuerda Pino.

Tuvo buen ojo el gallego. Le hablaron de Botero y pidió más informes. Un día, el colombiano rubio ascendió con el Kelme un puerto de 60 kilómetros de su país. Llegó hasta la mitad, pero le vieron condiciones. «Es un corredor muy fuerte, pero tenía un porcentaje de grasa demasiado alto en el cuerpo. Tenía que bajar 10 kilos». Los bajó: «Es muy disciplinado y muy formal. Si firma con una casa de gafas, por ejemplo, luego no anda como otros, tratando de mejorar el contrato o cambiar a otra marca». Según Pino, le falta «un poco de ambición. Los corredores colombianos, por lo general, son demasiado conformistas», aunque va mejorando en este aspecto. «Muchas veces, ganan una cosa y ya están satisfechos consigo mismos. Creen que han resuelto la temporada». Pero Botero parece diferente. Basta fijarse en su actuación de ayer, tras haber ganado el día anterior en Briançon.

No es un escalador al uso, sino un corredor completo. Le falta estilo sobre la bicicleta. Corre tumbado sobre el manillar, «pero tiene una fuerza descomunal y es muy trabajador. Le dices a principio de temporada que se entrene y se prepare para tal o cual carrera y lo hace a la perfección. Viene finísimo». Ahí está su actuación en el Tour, «y en la París-Niza del año pasado, donde fue tercero y en otras muchas carreras. Puede parecer una sorpresa pero para mí no lo es. Sabía que Botero es un gran corredor y lo empieza a demostrar». Palabra de Pino.

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